La ruta comienza en la Cruz de Tejeda, a la que se puede llegar fácilmente en coche propio (existe un gran número de plazas de aparcamiento justo donde comienza el camino) o a través del servicio de Guaguas de Global y la ruta a traviesa Cueva Corcho, Valleseco hasta llegar finalmente a Teror, recorriendo aproximadamente unos 12 Km, con un desnivel aproximado de 1.000 metros.

La dificultad del camino es relativamente baja, destacando sólo una pendiente al comenzar el camino siendo el resto del mismo prácticamente de bajada (ojo a los que tengan mal las rodillas).

El camino comienza justo detrás del Parador Nacional de la Cruz de Tejeda, cerca de un torreón de luz, cogemos el camino de la derecha (está perfectamente marcado así que no hay opción a perderse, si cogemos el de la izquierda nos llevará a Valsendero, pero eso otro día). Comezamos subiendo hasta llegar a la carretera de la Cruz de Tejeda a la Caldera de los Pinos de Gáldar en una degollada que se forma entre la Montaña Constantino y la Montaña de los Helechos (se identifica por un edificio redondo de Televisión Española).

Cruzamos la carretera e inmediatamente comenzamos a descender (a partir de aquí prácticamente todo el camino va descendiendo) hasta llegar al cruce de Cueva Corcho, en la carretera de Valleseco a Artenara.

Hay que tener en cuanta que casi la práctica totalidad del camino está marcado por marcas de senderismo (en este caso amarillas) y en muchas ocasiones por los típicos "mojones".

Continúa nuestro camino hacia los Morrillos de Calderetas, llegando a un núcleo habitado y caminando por la carretera asfaltada, dejando a nuestra izquierda unos lavaderos (donde vale la pena parar unos minutos a reponer fuerzas y sacar alguna foto) y continuamos de frente, ignorando la carretera que va en dirección a Lanzarote y continuamos de frente hasta el Lomo de la Rosa.

Llegados a este punto podemos continuar por la carretera asfaltada que va hacia Valleseco, subir por la pista de tierra que llega hasta el Balcón de Zamora o bajar por la pista de la derecha que llega a Teror por Las Rosadas (lo que hicimos en nuestro caso aunque no sea el verdadero camino real).

El camino atraviesa bastantes tramos asfaltados con una bajada muy pendiente a la llegada a Teror, pero realmente vale la pena.